21 de marzo: Día del árbol y de los bosques

Amar la Tierra es una de las claves para tomar conciencia sobre nuestro planeta y poder vivir cuidando de nuestro medio ambiente, algo que debemos hacer cada día.

El Día del Árbol y de los Bosques se celebra cada 21 de marzo para resaltar la importancia de los árboles en nuestras vidas. Gracias a los árboles podemos respirar aire puro, evitar las inundaciones y además son fuente de vida para muchos ecosistemas, sin olvidar que suministran uno de las materias primas más importantes: la madera. Los árboles se encuentran entre los seres vivos más antiguos del planeta, se cree que el organismo vivo más antiguo conocido es un abeto cuyas raíces tienen 9.550 años. Las raíces del árbol, encontradas en Suecia por un grupo de botánicos de la Universidad de Umea, habrían nacido durante la última edad de hielo y todavía están en su lugar, escudriñando casi con altivez la deriva del mundo. ¿Os habéis preguntado lo insignificantes debemos parecer a un organismo tan antiguo que ha sido testigo de millones de ciclos de vida?

Fue precisamente en nuestro país donde se celebró la primera fiesta dedicada  los árboles en todo el mundo, allá por el año 1805 y en la localidad extremeña de Villanueva de la Sierra (Cáceres).

Los bosques nos proveen de bienes y servicios fundamentales y contribuyen a asegurar la alimentación, el agua y el aire limpio. Además, protegen el suelo y son fundamentales para lograr un desarrollo sostenible. A pesar de lo importantes que son para nosotros, no siempre los protegemos como deberíamos. La mitad de los bosques que una vez cubrieron la Tierra, 29 millones de kilómetros cuadrados, han desaparecido, cerca del 78% de los bosques primarios han sido destruidos y el 22% restante están amenazados por la extracción de madera, la conversión a otros usos como la agricultura y la ganadería, la minería, los grandes embalses, las carreteras y las pistas forestales, el crecimiento demográfico y el cambio climático. Un total de 76 países han perdido ya todos sus bosques primarios y otros once pueden perderlos en los próximos años. La degradación ambiental de estos entornos tiene un efecto directo no solo con nuestro medio ambiente, con la emisión de CO2 a la atmósfera, sino también con nuestra biodiversidad, llegando incluso a que miles de especies estén al borde la desaparición.

Los árboles son los moradores más antiguos de la Tierra. Se encargan de liberar el oxígeno y transformar el dióxido de carbono (CO2) reduciendo, de esta forma, el efecto invernadero en la atmósfera. El Día del Árbol es una fecha que nos recuerda la importancia de proteger las superficies arboladas como una forma de asegurar que la vida en nuestro planeta siga siendo posible.

Y es que los árboles son la base de la supervivencia de los seres vivos que habitan en la Tierra. Son el entorno natural perfecto donde se alojan miles de especies de animales y plantas.

Junto con los océanos, proteger los bosques supone conservar el método más potente para absorber y secuestrar CO2. Su capacidad es extraordinaria. Hay estimaciones que establecen que un árbol almacena de media unos 22 kilos de CO2 al año. Las selvas tropicales retienen 250.000 millones de toneladas de dióxido de carbono, solo en los árboles, lo que equivale a 90 años de emisiones globales. Los bosques europeos secuestran aproximadamente el 10% del total de los gases efecto invernadero emitido por la Unión Europea. En España, los bosques fijan una tonelada de carbono por hectárea al año.

A pesar de esto, ahora diversos estudios han puesto de manifiesto que si no cambiamos nuestras acciones hacia otros hábitos más respetuosos con el medio ambiente, esta capacidad natural de los árboles podría frenarse. Y podría hacerlo hasta el punto de pasar de ser nuestros aliados frente a la crisis climática a uno de nuestros enemigos. Por esta razón, es necesario encontrar soluciones sostenibles que nos ayuden a equilibrar la restauración forestal, frenar la deforestación y acabar con la explotación ilegal de los bosques.

UN ÁRBOL ES UN SER QUE VIVE…..PARA DARNOS VIDA.

CUIDEMOS LA TIERRA, NO SEAS PARTE DEL PROBLEMA, TÚ PUEDES SER LA SOLUCIÓN.

22 de marzo: Día Mundial del Agua

El agua es un recurso fundamental para la vida de todos los seres vivos. Sin embargo, hoy en día el agua se encuentra bajo amenaza extrema debido al aumento de la población mundial, la creciente demanda de la agricultura y la industria y, en especial, de los efectos del cambio climático en el planeta.

El agua es un derecho fundamental para la preservación de la vida, en todas sus formas. Considerada como un derecho humano, este valioso e indispensable recurso natural no llega de forma segura a un gran número de personas en distintos países, sobre todo en zonas de pobreza, donde el agua potable no es accesible.

Cada 22 de marzo se celebra a nivel global el Día Mundial del Agua. Es una fecha importante que busca reivindicar la importancia de este recurso: es un bien vital y común para la humanidad que mantiene a todas las especies que habitan en el planeta.

En 2015, la crisis del agua fue tan evidente y sus peligrosas consecuencias tan inminentes, que los expertos tomaron medidas. Se llegó, entre representantes de diferentes países, a un compromiso con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6: un plan que busca que todos los rincones del planeta cuenten, en 2030, con disponibilidad de agua y correcto saneamiento. A partir de ese momento, el Día Mundial del Agua supone también una jornada para informar del progreso de cara al objetivo en 2030 y recordar la importancia de cumplirlo.

Para resolver la crisis de recursos es vital que, no solo los gobiernos, si no todas aquellas personas que tienen acceso al agua de forma libre, sean conscientes de su importancia y se vuelvan responsables de su uso. Y es que, se debe tener en cuenta que más de 2.000 millones de personas alrededor del mundo no tienen acceso a fuentes de agua potable, y hasta 3,5 millones de ellas mueren debido a enfermedades relacionadas con la pésima calidad de esta. Además, la población a nivel mundial no deja de subir y se estima que, en tan solo dos décadas, la demanda de agua se incrementará en más del 50 % a nivel mundial.

Quienes más sufren esta carencia de agua es la población con menos recursos económicos, donde el saneamiento de las aguas es un verdadero lujo, sólo posible para las sociedades más avanzadas y los países desarrollados. Más de un tercio de la población mundial no goza de los servicios de agua potable segura, lo que se traduce a más de 2.000 millones de personas que no reciben el agua de calidad en sus hogares. Por esta razón mueren hombres, mujeres y niños cada año.

Actualmente existe mucha preocupación en todo lo que concierne a los recursos hídricos de todo el planeta, ya que en los últimos años se ha venido notando una disminución significativa de los mismos, por el uso indebido y el despilfarro debido a los siguientes factores:

1.Un crecimiento acelerado de la población en todo el mundo: esta ha sido una de las principales causas, donde se prevé que para el año 2050 esta cifra rondará los 10.000.000 en todo el globo.

2.Un incremento en la explotación de los acuíferos.

3.Contaminación y cambio climático: un fenómeno que ha provocado el desplazamiento masivo de millones de personas que han perdido sus hogares.

4.Las guerras entre los pueblos y naciones: no solamente se limita a conflictos políticos, sino también a intereses más particulares como el dominio de los recursos naturales, siendo uno de ellos el agua.

Nuestros objetivos deben ser lograr el acceso universal del agua potable a toda la población, y de manera equitativa; mejorar la calidad del agua mediante la reducción de elementos contaminantes, como el vertimiento, emisión de productos químicos y materiales peligrosos; incrementar el uso eficiente de los recursos hídricos, garantizando la extracción y abastecimiento de agua dulce; proteger y reestablecer todos los ecosistemas relacionados con el agua, incluyendo bosques, humedales, y ríos.

Está en nuestras manos hacer un uso responsable del agua. Solo entonces el cambio comenzará a ser visible y podrá ser posible su racionalización a zonas de escasez. Son muchas las acciones que se pueden hacer desde nuestros hogares, y por eso queremos darte unas pautas muy saludables:

1.Revisa las tuberías y llaves de acceso de agua, a fin de detectar posibles fugas y goteras.

2.Utiliza un sistema de control de agua en el inodoro. Puedes colocar un ladrillo o una botella lleva de arena en la cisterna o tanque.

3.Cierra el grifo mientras te enjabonas las manos, al afeitarte o cepillarte los dientes.

4.Utiliza una cantidad de agua moderada para lavar los platos. Usa el agua jabonosa sobrante para la limpieza del hogar.

5.Riega las plantas o el césped en horarios matutinos, utilizando solo la cantidad necesaria.

6.Toma baños de corta duración. Cierra la llave mientras te enjabonas y recolecta el agua sobrante en un cubo al abrir el grifo. Puedes reutilizarla para regar las plantas.

7.Evita utilizar electrodomésticos como lavadoras y lavaplatos, para lavar cantidades mínimas de ropa o vajillas.

8.No eches productos contaminantes, desechos o aceite en el inodoro, lavaplatos o lavamanos

Vamos a educar a nuestras niñas y niños para que sean las y los guardianes y protectores del agua, agua de la que se beneficiarán en el futuro, si aprenden a cuidarla y racionarla de la forma correcta.

CUIDEMOS LA TIERRA, NO SEAS PARTE DEL PROBLEMA, TÚ PUEDES SER LA SOLUCIÓN.

 

28 de marzo: Hora del planeta

La Hora del Planeta es un movimiento global que recorre el mundo un día al año para recordar que la naturaleza es el sistema de soporte vital del planeta y que vivimos en un estado de emergencia planetaria al que debemos dar solución todas las personas en conjunto.

Nació en 2007 como un gesto simbólico para llamar la atención sobre el problema del cambio climático. Un sencillo y simbólico gesto que consiste en apagar las luces de edificios y monumentos durante una hora. Tras tantos años, ya se ha convertido en la mayor movilización global en defensa del medio ambiente, ya que millones de personas de todo el planeta, 200 países, ciudades y cientos de empresas se unen para luchar con un objetivo común: frenar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.

Hasta 200 países participan cada año apagando más de 17. 000 monumentos tan emblemáticos como la Torre Eiffel o el Coliseo.

En España, el número de municipios inscritos no deja de subir edición tras edición. En 2023 superamos los 500 municipios participantes que apagaron la luz de monumentos.

Hay muchas formas de participar:

* Apagar todas las luces de tu casa y cena a la luz de las velas.

* Pasar una noche de juegos de mesa o lectura a la luz de las velas.

* Salir a pasear al aire libre.

* Meditar al aire libre.

*Disfrutar de conversar y no centrarnos en ver el televisor.

La acción simbólica de la Hora del Planeta tiene como objetivo lograr compromisos ambientales internacionales a largo plazo que deben extenderse los 365 días del año. Para ello, desarrollan medidas frente al cambio climático y las emisiones de contaminantes, sobre todo para reducir el gasto energético y la contaminación lumínica en la Tierra.

La Hora del Planeta contribuye fundamentalmente a la puesta en marcha de programas de eficiencia energética en los ayuntamientos, la promoción de las energías renovables y la movilidad sostenible.

Es vital revertir la pérdida de biodiversidad y restaurar los ecosistemas destruidos y deteriorados, ya que sustentan un mundo natural saludable.

TODAS Y TODOS PODER HACER UN PEQUEÑO GESTO PARA SALVAR NUESTRO PLANETA Y MEJORAR EL MEDIO AMBIENTE.

CUIDEMOS LA TIERRA, NO SEAS PARTE DEL PROBLEMA, TÚ PUEDES SER LA SOLUCIÓN.

 

22 de abril: Día de la Tierra

Cada 22 de abril se celebra el Día Mundial de la Madre Tierra. Es una fecha marcada en los calendarios por las Naciones Unidas con el objetivo de concienciar a la humanidad sobre los problemas de la superpoblación, la contaminación y la importancia de la conservación de la biodiversidad. Además, durante esta jornada se alienta a todas las entidades, tanto en el plano nacional como en el internacional, a convocar y organizar diferentes actividades relacionadas con el cuidado y mantenimiento de la naturaleza.

Al contrario que sus efemérides vecinas, como el Día del Agua o el Día de los Bosques, cuyo origen procede de conferencias pacíficas, el Día Mundial de la Tierra nace de una protesta masiva de estudiantes y varias movilizaciones.

Los primeros antecedentes de esta celebración se encuentran en la década de los años 60, sin embargo, no fue hasta 2009 que las Naciones Unidas proclamaron la fecha como efeméride oficial, a pesar de llevarse años celebrando. A partir de este año, el 22 de abril aparece de forma obligatoria marcado en las agendas de todos los países a nivel mundial como un día de reivindicación de la naturaleza, el medio ambiente y la biodiversidad, con la intención de implicar, no solo a gobiernos y empresas, sino a todos los ciudadanos en el trabajo por la defensa, cuidado y protección del medio ambiente. El objetivo será conseguir un esfuerzo colectivo que permita conservar un planeta verde para las futuras generaciones.

Comprometerse con las ideas promovidas desde la plataforma Día de la Tierra supone educar a los amigos y familiares sobre el calentamiento global o comprar productos ecológicos como bombillas de bajo consumo.

Así, con motivo de la búsqueda de la inclusión global, se anima a que todas las personas del mundo cuiden del pedacito de tierra que le queda cerca, ya sea mediante la formación de un grupo de repoblación, limpiando una zona verde como un bosque o una playa o, simplemente, educando a nuevas generaciones sobre la importancia de adoptar un comportamiento respetuoso con la naturaleza. Además, quienes así lo deseen podrán compartir sus acciones a través de las redes sociales junto a la etiqueta #DíaInternacionaldelaMadreTierra y #DíadelaTierra, lo cual les permitirá estar en contacto con el resto de la comunidad.

El Día de la Tierra es una fecha para reflexionar sobre nuestra relación con el planeta y tomar medidas para protegerlo. Es una oportunidad de unirnos como comunidad global y trabajar juntos hacia un futuro más sostenible y próspero.

CUIDEMOS LA TIERRA, NO SEAS PARTE DEL PROBLEMA, TÚ PUEDES SER LA SOLUCIÓN.

 

5 de junio: Día Mundial del Medio Ambiente

Como todos los años, este 5 de junio celebramos el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha que según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), “es el día para que las personas hagan algo por el planeta Tierra”.

Desde la primera celebración en 1974, el Día Mundial del Medio Ambiente ha ayudado a concientizar y crear presión política para abordar preocupaciones crecientes como la reducción de la capa de ozono, la gestión de productos químicos tóxicos, la desertificación o el calentamiento global.

La Tierra necesita ayuda. Los casquetes polares se están fundiendo. El nivel del mar sube cada año, al igual que la temperatura global. Las sequías cada vez son más largas y acusadas y la producción de alimentos cada vez es más difícil. Los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes. El grave problema de salud mundial desencadenado por el virus SARS-CoV-2 podría volver a repetirse si seguimos destruyendo ecosistemas y no frenamos el cambio climático pues, según afirma drásticamente la ONU, es, sin duda, un factor de riesgo fundamental para nuestra salud.

La Tierra no es sólo nuestra morada, es también el lugar en el que viven muchas otras especies, y su supervivencia, como la nuestra, depende de que mantengamos las condiciones que nos permiten subsistir en ella.

Vivimos gracias a los servicios que nos presta, de manera gratuita, la Naturaleza. Hábitats y ecosistemas realizan multitud de funciones fundamentales para nuestra vida: filtran las aguas, purifican el aire, controlan la erosión del suelo y los desastres naturales.

Muchos de los ecosistemas de la Tierra están llegando a puntos críticos de agotamiento y un cambio irreversible, empujados por un aumento de la población y del desarrollo económico.

Para 2050, si continúan las actuales pautas de consumo y producción y con el aumento de la población a 10.000 mil millones, necesitaremos tres planetas para mantener nuestros modos de vida y consumo.

Más de 400 millones de toneladas de plástico se producen en todo el mundo, y a diario se vierten en océanos, ríos y lagos el equivalente a más de dos mil camiones de basura llenos de ese material, mientras que los microplásticos se encuentran en los alimentos, el agua y el aire, “El plástico está hecho de combustibles fósiles: cuanto más plástico producimos, más combustible fósil quemamos y peor empeoramos la crisis climática”,

Aún estamos a tiempo de evitar lo peor. Para limitar el aumento de la temperatura del planeta a 1,5 ºC, tenemos que reducir drástica, rápida y sostenidamente la emisión de los gases que causan el calentamiento global.

La Ley de Restauración de la Naturaleza es la primera legislación que se propone «reverdecer» Europa. El ambicioso reto de la UE tiene como finalidad reparar el 80 % de los hábitats degradados y devolver la naturaleza a su estado original.

La recuperación incluye bosques, tierras agrícolas, ecosistemas marinos y de agua dulce. También los entornos urbanos, que deberán aumentar sus espacios verdes de aquí a 2050 y cumplir con al menos un 10 % de cobertura de árboles en todas las ciudades y pueblos del continente.

CUIDEMOS LA TIERRA, NO SEAS PARTE DEL PROBLEMA, TÚ PUEDES SER LA SOLUCIÓN.

 

22 de septiembre: Día Mundial sin Coche

El 22 de septiembre se celebra el Día Mundial Sin Coche, una efeméride que pretende promover una conciencia ecológica en los ciudadanos del mundo, contribuyendo al cuidado de la salud de las personas y del medio ambiente.

El uso del coche nos facilita la vida al poder trasladarnos con comodidad de un sitio a otro, pero el incremento de la cantidad de vehículos circulando en las grandes ciudades aumenta significativamente su huella de carbono, ocasionando daños irreparables a la capa de ozono.

El origen de este día mundial se remonta al año 1973, cuando varios países de Europa vieron limitadas sus reservas de petróleo, y en consecuencia de combustible, debido a que los países árabes aliados en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) suspendieron la venta de petróleo a los países que apoyaron a Israel, durante la guerra de Yom Kipur. De esta manera comienzan a surgir algunas alternativas para disminuir el uso de vehículos, tales como el racionamiento de gasolina, así como la promoción del uso de medios de transporte más eficientes.

La razón de proclamar un Día Mundial Sin Coche se centró principalmente en tomar conciencia del verdadero uso que se le debe dar a este medio de transporte. Generalmente las personas suelen desplazarse cómodamente en su coche aún en distancias cortas, aumentando el tráfico, el caos y la contaminación del aire. El tráfico rodado contribuye a la emisión de gases y partículas altamente nocivas generadas por los motores de combustión interna de los vehículos, tales como monóxido de carbono (CO), dióxido de carbono (CO2) y óxidos nitrosos (NOx).

Por otra parte, el uso continuo de vehículos implica un gasto fijo que afecta el ingreso familiar: gasolina, parking, mantenimiento preventivo y correctivo, pago de seguro e impuestos. Los coches no solo generan mayor contaminación ambiental y acústica. También contribuyen al incremento de accidentes de tráfico y la pérdida de vidas. Asimismo, incentivan al sedentarismo en las personas por no caminar para desplazarse, ocasionando consecuencias en el organismo, tales como obesidad mórbida.

La celebración del Día Mundial sin Coche no debe ser una responsabilidad exclusiva de las autoridades de cada localidad, siendo absolutamente necesaria la participación, el compromiso y la iniciativa del conjunto de la ciudadanía.

El objetivo principal del Día Mundial sin Coches es concienciar sobre la importancia de adoptar medios de desplazamiento alternativos a la dependencia del automóvil privado, así como la conservación del medio ambiente, y la reducción de la contaminación acústica y atmosférica en nuestras ciudades.

CUIDEMOS LA TIERRA, NO SEAS PARTE DEL PROBLEMA, TÚ PUEDES SER LA SOLUCIÓN.