Parten de los problemas detectados y las tendencias establecidas, guardan relación con los objetivos temáticos de la convocatoria FEDER, y se expresan en infinitivos, pues representan finalidades que desean alcanzarse mediante la aplicación del plan de acción propuesto.

En relación con la tendencia “Desvitalización/declive demográfico”, los objetivos específicos son ponerle freno, y adaptar el entorno urbano a las personas, especialmente a las de edad avanzada.  En relación con la tendencia “Descapitalización/degradación urbana”,  los objetivos específicos son modernizar el parque inmobiliario, conectar la ciudad lineal internamente y con el área metropolitana, y prevenir y solucionar riesgos medioambientales.

A continuación se describe cada uno de los objetivos específicos.

Frenar el declive demográfico

Frenar o atenuar la actual tendencia demográfica del concejo de Mieres es pieza clave. Si no se detiene la sangría de población, mediante la renovación demográfica, en una década se habrá perdido un importante capital social que aún tiene el potencial de solucionar los problemas de Mieres y poner en juego sus capacidades.

El concejo ha perdido más de 30.000 habitantes durante los últimos 45 años. El ritmo de descenso se mantiene estable, y la pirámide de población se estrecha cada vez más en los grupos de población joven y se ensancha en los de población mayor, hasta el punto de que son los ancianos quienes empiezan a ser los más numerosos del concejo. Se trata de una situación insostenible y que demanda medidas urgentes por el bien del futuro del concejo.

Adaptar el entorno urbano a las personas y al medio ambiente

El crecimiento de la población anciana, que en buena medida habita entornos degradados de pasado minero e inadecuadamente equipados, con carencias de servicios y mal conectados con la capital municipal, da lugar a un problema de carácter social: el de las inadecuadas condiciones de vida para estas personas, que habitan un parque inmobiliario degradado en áreas mal conectadas, de borde urbano. Se plantea la necesidad de adaptar los entornos urbanos a las necesidades de estas personas y de la población en general, lo que contribuiría a que el entorno fuera más atractivo y a la posibilidad de fijar población.

Modernizar los equipamientos y la dotación urbana

Los núcleos de población del entorno de Mieres presentan un parque inmobiliario y dotaciones urbanas obsoletas, que crecieron espontáneamente en tiempos de auge de la actividad minera y que, debido al declive poblacional que la siguió y al envejecimiento mayoritario de la población, ha envejecido sin ser renovado o modernizado y por lo tanto no está adaptado a los nuevos retos, relacionaos con el bienestar social, el acceso a las nuevas tecnologías de la información y su aplicación a la vida cotidiana y a la mejora en la eficiencia de los servicios públicos. Estos núcleos presentan bolsas de vivienda degradada, poco eficiente, que ofrece condiciones de vida inadecuadas para sus habitantes. Por otra parte, numerosas viviendas están abandonadas o directamente en ruinas, configurando entornos degradados. La modernización del parque inmobiliario y de las dotaciones urbanas, adaptándolas a los requerimientos urbanos y medioambientales de la actualidad, contribuiría a mejorar la calidad del entorno urbano, la eficiencia energética, y las condiciones de vida de la población, e indirectamente aumentaría el atractivo de estos núcleos para nuevos residentes o mantener a los ya presentes.

Integrar y conectar la ciudad lineal

Durante el auge de la minería, el poblamiento se extendió por la vega del Caudal y en torno de la villa de Mieres, hasta configurar un continuo urbano que se extiende casi sin interrupción entre los límites norte y sur del concejo.

Ese crecimiento se produjo de forma poco ordenada; cada núcleo creció siguiendo pautas improvisadas, y el interés principal era organizar el sistema local en torno a la extracción de carbón, por lo que numerosos sectores quedaron mal conectados, y presentaban insuficiencias en equipamientos y servicios que durante el proceso de reestructuración no se han solucionado, o incluso se han agravado.

Es necesario culminar la conexión de la ciudad lineal en un continuo urbano que abarque el conjunto de la vega del Caudal que actúa de varias maneras , entre ellas como corredor o eje de saturación de comunicaciones, pero también como área industrial y, por supuesto, como espacio residencial, por lo que la actuación en este eje central, tan determinado geográficamente, es  elemento decisivo, y no solo para Mieres sino para la comarca de la Montaña Central, que en este espacio encuentra el eje sobre el que gira. En una sucesión de escalas se plantean las distintas líneas y medidas para contribuir a la calidad residencial, de los servicios, equipamientos e infraestructuras, para vertebrar internamente al artefacto urbano en un conjunto homogéneo y, a la vez, reforzar su conexión con el área metropolitana.

Prevenir y solucionar riesgos medioambientales

La vega del Caudal, o eje central, se ve amenazada por riesgos medioambientales de diferente procedencia. En primer lugar, por la configuración hidrográfica y geológica del valle. La vega presenta estrangulamientos donde existe el riesgo de deslizamiento de taludes. Por otra parte, los arroyos que bajan de los cordales circundantes, en época de crecida, pueden ocasionar inundaciones y cortar comunicaciones y servicios en el fondo de valle.

Por otra parte, la acumulación de infraestructuras de comunicación principales en torno del Caudal, somete a la vega a una fuerte presión ambiental. Si bien no pueden eliminarse estas infraestructuras, sí es posible atenuar el efecto que ejercen sobre la población apantallando y aislando, mediante actuaciones paisajísticas que atenúen su impacto, y promoviendo el uso de medios de transporte menos contaminantes como la bicicleta, el vehículo eléctrico y el ferrocarril, especialmente el de vía métrica, infrautilizado pese a cruzar toda la vega y comunicarla con numerosos concejos vecinos.