VALERIANO MIRANDA


SACERDOTE

NACIMIENTO: 1859, Pola de Siero
FALLECIMIENTO: 27 de septiembre de 1927, Mieres del Camín


 

Valeriano Miranda nació en Pola de Siero en el año 1859. En su juventud fue soldado, llegando a ser cabo en el Regimiento de Infantería de Luzón, donde serviría durante tres años.

Una vez cumplidos sus deberes militares, retornará a sus estudios eclesiásticos, los cuales ya había comenzado antes de tener que enrolarse en el Regimiento de Infantería de Luzón. En el año 1885 se ordenará como presbítero. En ese mismo año llegará a Mieres del Camín para desempeñar la plaza de coadjutor en la antigua iglesia parroquial de San Juan Bautista. En Mieres del Camín estará 42 años como sacerdote y cura de la parroquia.

Era muy aficionado a las excursiones con matices de religiosidad. Valeriano solía organizar la excursión a La Magdalena en el Monsacro de Morcín, a donde acudía junto a los romeros para oficiar la misa en la ermita del lugar. Otra excursión que solía organizar era la del Carbonero, donde se celebraba la festividad de Santa Germana.

Valeriano fue una persona muy querida en Mieres del Camín. Se le recuerda como un hombre bueno y sencillo, siendo un sacerdote ejemplar en todos los aspectos. Fue una persona muy caritativa, celoso en su ministerio y virtuoso sin mojigaterías. Como anécdota y ejemplo del cariño que el pueblo le profesaba, merece la pena destacar el hecho de que en la huelga de 1906, conocida como la “huelgona”, los obreros de la Fabrica de Mieres gritaban: “¡Muera el clero, viva Don Valeriano!”.

En el año 1924 Valeriano, con motivo del regreso de los soldados del Regimiento Príncipe que volvían de la ardua y difícil campaña de África, organiza una peregrinación al Santuario de los Mártires de Valdecuna. Durante la celebración de la comida, en honor del regreso del regimiento, los soldados declaran “general en jefe” de la expedición a Valeriano Miranda.

Valeriano fallecerá el 27 de septiembre de 1927, a la edad de sesenta y ocho años y sin ver terminada la nueva iglesia de San Juan Bautista, su gran ilusión. Fue enterrado en el cementerio de la villa de Mieres del Camín.

En el año 1929 la Corporación Municipal del Ayuntamiento de Mieres, presidida por Don José Sela y Sela, llegó al acuerdo de nombrar hijo adoptivo de Mieres a Don Valeriano Miranda dando, además, nombre en su honor a uno de las calles de la villa de Mieres del Camín.